Introducción
La palabra lacandón
deriva del chortí lacam-tum, que significa «gran peñón» o «piedra
erecta». Este vocablo fue aplicado durante la época colonial por los españoles
para designar a los grupos indígenas que se refugiaron en el área selvática que
hoy conocemos como selva lacandona.
Los lacandones se llaman
a sí mismos hach winik, que significa «verdaderos hombres». La lengua
lacandona, también llamada hach tan o hach t’an, pertenece al
tronco maya, familia yucateca.
Historia
Los lacandones se
consideran originarios de la península de Yucatán y del Petén guatemalteco;
emigraron durante diversos periodos hacia la selva chiapaneca huyendo de los
intentos de congregarlos en pueblos establecidos por las autoridades
coloniales, después de que los pueblos originalmente asentados en la región
habían sido trasladados y reubicados en "pueblos de paz", hablantes
en su mayoría de las lenguas chol, chortí y tzeltal.
Se piensa que estos
nuevos habitantes de la selva eran miembros de varias tribus que hasta el siglo
XIX se distribuían dentro de un área mucho más extensa que abarcaba no sólo la
selva chiapaneca sino también el Petén, Belice y parte de la península de
Yucatán, y que se diferenciaban e identificaban a través de un amplio sistema
de linajes.
Las referencias sobre la
presencia de los actuales lacandones en la selva se remontan a las últimas
décadas del siglo XVIII en documentos que dan cuenta de diversos intentos de
reducción y catequización dirigidos a los indígenas. El primero de ellos, entre
1788-1797, se refiere a la concentración de los lacandones en el poblado de San
José de Gracia Real. El intento fracasó y éstos retornaron gradualmente a la
selva. Desde esta época los nativos establecieron relaciones comerciales con
los mestizos de Palenque.
Por otra parte, a los
lacandones del sur se les intentó convertir, sin resultado alguno, a principios
del siglo XIX. A este fracaso siguió un segundo intento en 1862 por parte de
religiosos capuchinos; sin embargo, aunque los religiosos se llevaron consigo a
algunos nativos, las penalidades del camino, la desavenencia de costumbres y el
clima obligaron a éstos a permitir el retiro de los indígenas a sus lugares de
origen.
Ubicación geográfica
Los lacandones habitan
en el estado de Chiapas. Particularmente ocupan la zona selvática del estado
que es conocida con el nombre de Selva Lacandona y cuyos límites son: al este
el río Usumacinta y Salinas; al sur la frontera internacional con el vecino país
de Guatemala; al norte la vía férrea del sureste; al noroeste la carretera
Ocosingo-Palenque y al suroeste el océano Pacífico.
Los lacandones se
dividen en dos grupos denominados los del norte, que habitan principalmente en
las localidades de Nahá y Metzaboc, y los del sur, ubicados en la localidad de
Lacan ha Chan Sayab.
Lengua
Los hach winik son
hablantes de un dialecto del maya yucateco. Se consideran originarios de la
península de Yucatán y del Petén guatemalteco, que posteriormente migraron durante
diversos periodos hacia la selva chiapaneca.
Vestimenta
Cada grupo se
caracteriza por el uso de una indumentaria ligeramente diferente, aunque se
puede decir que son más notorias las diferencias respecto a la indumentaria
femenina y a la forma en que los miembros de ambos sexos se arreglan el
cabello.
Los hombres del norte
utilizan un cotón blanco que les cae ligeramente debajo de las rodillas,
mientras que las mujeres visten un huipil complementado por una falda de
colores brillantes.
Los hombres llevan el
cabello largo con un fleco y las mujeres suelen sujetarse el cabello hacia
atrás para formar una cola o una trenza en la parte posterior.
Como atadura, utilizan
en ocasiones adornos hechos con plumajes del pecho de aves (como tucanes y
guacamayas), en particular cuando se trata de mujeres casadas.
Los hombres y mujeres
originarios del sur visten el mismo tipo de indumentaria, la cual consiste en
una túnica que les cae hasta la altura de los tobillos. La única diferencia
radica en que mientras la indumentaria masculina es blanca, la de las mujeres
está hecha con telas multicolores adquiridas en centros de población. Tanto
hombres como mujeres usan el cabello largo, que simplemente les cae hacia los
lados.
Las mujeres de ambos
grupos acostumbran adornarse con varios collares hechos por ellas mismas con
semillas de diversas plantas, así como con algunos materiales de manufactura
industrial; indistintamente, presentan un rico colorido.
Alimentación
Los lacandones se alimentan de los productos de la milpa,
donde cultivan habitualmente maíz, frijol, chile y calabazas, y en ocasiones
tomate, camotes, yuca, melón, sandía y piña. Fuera de la milpa obtienen
cebollas, chayotes, achiote, así como papaya, plátano, naranja, piña y mamey.
En parcelas especiales cultivan caña de azúcar, henequén y tabaco. Con el jugo
de la caña fermentan la corteza de un árbol llamado balché, para
obtener una bebida embriagante de origen maya que llaman con ese nombre. La
pesca y la caza enriquecen eventualmente su dieta con sus especies fluviales y
carne de jabalí, venado, mono, armadillo, tepezcuintle, faisán y pavo
silvestre. La base de su alimentación es, sin embargo, el maíz, en forma de
tortilla, pozol, pinole o tamales.
Tipo de vivienda
Los hogares lacandones
se sitúan regularmente en sitios cercanos a ríos, arroyos o lagunas; esto les
permite además de la pesca, el abastecimiento de agua para todas las
necesidades de la población (cocinar, bañarse, lavar).
Al igual que en muchas
poblaciones indígenas del país, la vivienda lacandona tradicional consiste en
un cuarto utilizado como dormitorio y otro como cocina. Puede ser de forma
circular o rectangular y el material es básicamente la palma, aunque en la
actualidad esto tiende a modificarse y hoy en día muchas casas están construidas
con madera y láminas.
También es común un
corral o pequeño refugio para los animales domésticos anexo a la casa. Parte
complementaria del hogar lacandón es el imprescindible fogón que, además de ser
utilizado para preparar los alimentos, es aprovechado para mantener el calor en
las noches frías, y el humo, para mantener alejados a los insectos o para
ahumar y así conservar la carne.
Religión
Su sistema religioso se
basa en los ciclos de la naturaleza. Los lacandones consideran que en los
tiempos míticos, los dioses supremos habitaron la tierra y que sus moradas eran
los grandes centros arqueológicos asentados en la región, como son Palenque, Yaxchilán
y probablemente Piedras Negras.
Dentro del contexto
mítico, se dice que después de crear el inframundo los dioses subieron al
cielo, a excepción de algunas deidades intermedias y de todas las menores que
tienen sus moradas en cuevas, montículos, lagos y ruinas menores, ubicadas
también en la selva.
Al igual que el resto de
las culturas mayenses, los lacandones practican el culto a las divinidades
solares y lunares, y a partir de éstas se establece un ordenamiento jerárquico
que desciende hasta los dioses secundarios. Tienen además una concepción
cíclica del tiempo; es decir, la creencia en eras sucesivas.
Tanto los dioses
principales como las divinidades y seres menores se definen como propiciadores
y sustentadores del orden cósmico. Cada divinidad mantiene un carácter
dicotómico que impone a los hombres una intensa interacción ritual.
Los ritos lacandones
pueden ser clasificados en dos categorías: prácticas propiciatorias y prácticas
expiatorias exorcizantes. Algunas involucran al grupo de parientes y se llevan
a cabo de manera periódica y otras atañen a cada individuo o a sus partes más
cercanas.
Dentro del espacio
sagrado o ritual, los dioses se materializan a través de incensarios de barro.
Todos los actos rituales se fundamentan en el mismo patrón: ofrecer copal,
comida y bebida ceremonial.
Entre los ritos
colectivos propiciatorios se encuentra el ofrecimiento de las primicias
agrícolas que se llevan a cabo entre agosto y septiembre, y el de renovación de
incensarios que se efectúa aproximadamente cada seis años. Otro ejemplo de
ceremonias colectivas son las que se realizan cuando ocurre algún desastre
natural, como inundaciones o tormentas que afectan la seguridad de la comunidad
y se requiere apaciguar a los dioses que causaron el desastre.
Entre las ceremonias
individuales se encuentra la conocida con los nombres de Week bir o Meekchar o
Mec Chahal con la que se inicia la integración del individuo a la vida
comunitaria, en función de los papeles que debe desempeñar dentro de ella de
acuerdo con su sexo.
Los rituales curativos
pueden considerarse como de carácter exorcizante y expiatorio.
A partir de la década de
los cincuenta empezaron a penetrar misioneros protestantes norteamericanos en
las comunidades lacandonas. Los primeros en llegar fueron los presbiterianos
quienes lograron convertir a algunos habitantes de Nahá y a casi todos los del
sur. En la década de los setenta tocó a Metzaboc ser blanco de la predicación
del culto adventista; aquí también lograron su objetivo con una buena cantidad de
sus habitantes. Casi todos los lacandones convertidos han emigrado a Lacanha
Chan Sayab.
La influencia del
protestantismo ha originado la desaparición de muchas prácticas rituales entre
los conversos, aunque algunas de ellas sólo se han modificado, ya que los
lacandones han adaptado el discurso protestante a su propia cosmogonía.
Fiestas religiosas y paganas
Cualquiera que sea la
naturaleza de los rituales, todos se fundamentan en el mismo patrón: ofrecer
copal, comida y bebida ceremonial (Tozzer, 1982). Algunos son de carácter
propiciatorio y pueden ser divididos en dos tipos: los que tienen lugar de
manera periódica (por ejemplo, cada año) y los relativos al ciclo de vida de
los individuos. Además de expresar su gratitud a los dioses, los primeros tienen
como fin renovar y reforzar los vínculos entre los miembros de un grupo
socioparental.
Entre las ceremonias
periódicas se pueden mencionar el ofrecimiento de las primicias agrícolas y la
renovación de los incensarios; ambas ceremonias se prolongan durante días.
Entre las ceremonias
relacionadas con el ciclo de vida están los ritos de iniciación tendientes a
introducir formalmente a los individuos en la colectividad, en función de sus
roles sexuales.
En el caso de los
lacandones del norte, tal ceremonia es denominada meekchar o mec
chahal, mientras que los lacandones meridionales la denominan meek bir.
Los miembros del grupo norte realizan esta ceremonia cuando la persona alcanza
la pubertad, mientras que los del sur lo hacen cuando los niños tienen apenas algunos
meses de nacidos.
La otra ceremonia
relativa al ciclo de vida es la de los ritos funerarios, los cuales —en sentido
inverso a los ritos de iniciación— tienen como objetivo expulsar formalmente a
la persona fallecida del mundo de los vivos, así como evitar que las
influencias negativas suscitadas por un fallecimiento permanezcan entre los
vivos y, por tanto, causen la muerte de alguien más.
Dentro de una segunda
categoría se puede ubicar a los ritos de naturaleza exorcista, dirigidos a contrarrestar
o erradicar el infortunio (particularmente en la forma de enfermedad). Por
tanto, estos ritos se realizan cuando el infortunio tiene lugar. Los lacandones
piensan que las enfermedades se presentan como resultado de la voluntad divina;
en este sentido, suele asumirse que cuando una persona enferma es porque ha
cometido algún acto censurable, tanto en el contexto de su grupo social como en
términos de alguna transgresión relativa al entorno natural. Así, quien no pide
permiso a los dueños del monte para quemarlo, o quien no deposita las ofrendas
correspondientes, es susceptible de enfermar.
Otras ceremonias,
también de naturaleza exorcizante, son las de carácter colectivo que tienen
lugar cuando ocurre algún desastre natural (como alguna inundación o tormenta que
afecte la seguridad o continuidad del grupo), lo que se traduce en la necesidad
de apaciguar el enojo de los dioses que han ocasionado el desastre.
Fuentes de trabajo
El territorio ocupado
por los lacandones tiene una extensión aproximada de 662 000 has., en un medio
selvático que representa para ellos un vasto cúmulo de recursos naturales. El
patrón tradicional de subsistencia se basa en el uso múltiple de la tierra de
la que aprovechan varias zonas ecológicas: la milpa, la selva, el acahual (zona
de transición entre la selva y el campo agrícola) y las zonas acuáticas y
semiacuáticas. El uso combinado de estas diversas áreas proporciona a los
lacandones la posibilidad de aprovechamiento de una extensa variedad de
productos animales, vegetales y minerales. la explotación agrícola se
fundamenta en el sistema de roza-tumba y quema.
Otra de las actividades
económicas que realizan es la ganadería de tipo extensivo en los terrenos
agrícolas que se encuentran en periodo de descanso o barbecho. En éstos también
se practica la caza y la recolección de leña y plantas que se utilizan para la
construcción de sus casas, instrumentos agrícolas y utensilios de cocina, o
bien para la alimentación.
La producción artesanal
representa una fuente de ingreso económico, aunque su producción es mínima.
Elaboran collares de semillas, objetos de barro y madera que generalmente son
representaciones antropomorfas o de personajes de la tradición oral, así como
arcos y flechas de bejuco. Las artesanías son vendidas en ciudades como Palenque
y San Cristóbal de las casas, e incluso viajan a Mérida, Chichén Itzá, Cancún o
la ciudad de México.
Patrimonio tangible
Las
ruinas de Yaxchilán, y un menos extenso Palenque, tienen un significado
religioso para los Lacandones. Los Lacandones hacen peregrinaciones a éstas
ruinas de Yaxchilán (a las que ellos llaman Chixokla), para hacer rituales en
las edificaciones que se piensa fueron habitadas por varios Dioses Lacandones.
Al menos, desde el inicio de éste siglo, ollas y tazones de Dioses Lacandones
han sido encontrados abandonados a lo largo de las edificaciones de éste sitio.
Se piensa que el imponente templo 33 fue habitado por Hachakyum, "Nuestro
Dios Verdadero", deidad solar principal y creador de los seres humanos.
Aunque se creía que Palenque era el hogar de los dioses y mitos Lacandones
describen eventos que ocurrieron ahí, no existe evidencia que los lacandones
hacían peregrinaciones a Palenque. Un anciano en alguna ocasión señaló,
"Los Dioses no están ahí, ellos viven en Yaxchilán”.
Biodiversidad o eco-regiones
El clima que predomina en el territorio lacandón es
el cálido-húmedo (de 23 a 27°C). Llueve todo el año, excepto los meses de marzo
y abril en los que el ritmo de precipitación pluvial disminuye en cierta
medida.
Existen numerosas corrientes fluviales destacando
el río Usumacinta que provee a la selva de un rico sistema hidrográfico
mediante una vasta red de ríos y de arroyos. También hay una considerable
cantidad de estanques y de lagunas que conforman pequeñas depresiones cuyo
nivel varía de acuerdo con el volumen de lluvia registrado a lo largo del año.
La vegetación se compone de bosque tropical en el
norte y de selva baja en el sur. Los principales tipos de madera son el cedro,
la caoba y otras coníferas en las partes más altas.
El territorio ocupado por los lacandones tiene una
extensión aproximada de 662 000 hectáreas, en un medio selvático que representa
para ellos un vasto cúmulo de recursos naturales.
El patrón tradicional de subsistencia se basa en el
uso múltiple de la tierra en la que aprovechan varias zonas ecológicas: la
milpa, la selva, el acahual (zona de transición entre la selva y el campo
agrícola) y las zonas acuáticas y semiacuáticas. El uso combinado de estas
diversas áreas proporciona a los lacandones la posibilidad de aprovechar una
extensa variedad de productos, animales, vegetales y minerales. La explotación
agrícola se fundamenta en el sistema de roza, tumba y quema.
Los asentamientos lacandones invariablemente son
erigidos en las cercanías de lagos, ríos y arroyos, los cuales también
representan un área de recursos de subsistencia. Fungen como fuente de recursos
y como apoyo importante para el desarrollo de la agricultura, puesto que las
aguas estancadas aportan nutrientes al suelo. Asimismo, se aprovecha la extensa
variedad de fauna que frecuenta o habita en dichas zonas, como aves, reptiles,
peces y moluscos.
Fuentes de información
http://www.cdi.gob.mx/pueblos_mexico/lacandones.pdf
http://www.cdi.gob.mx/dmdocuments/lacandones.pdf
Está buenisimo este blog!!!
ResponderEliminarPor la cantidad de información, he de suponer que resumió muy bien compañera. No obstante, considero que ignoró buena parte de las estadísticas y mapas que brinadba la CDI. Son importantes para realizar análisis y buscar nuevos enfoques, unos cuantos datos también pueden decirte si la información es verídica o no se registra correctamente a tu grupo étnico.
ResponderEliminarImágenes, podrías agregar unas cuantas representativas.
AMI NO ME SIRVIO PARA NADA
EliminarAMI NO ME SIRVIO PARA NADA
EliminarAMI NO ME SIRVIO PARA NADA
EliminarEs un trabajo muy completo, pero creo que podrías ser un poco más concisa en tu información. Además de una pequeña observación: repetiste un pequeño párrafo de la parte historia en la parte lengua.
ResponderEliminarEs cierto.
EliminarIsa, las imágenes que le agregaste no se ven porque no sirve el copy/paste en los blogs, tienes que guardar la imagen en tu computadora y después agregarla al blog.
ResponderEliminarme sirvió tu trabajo para ampliar la búsqueda de este grupo para el conocimiento de mis alumnos de 4o año
ResponderEliminarmaestra dedicada
de seguro eres buena respuesta
Eliminarde seguro eres buena respuesta
Eliminara mi también
ResponderEliminara mi también
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarami si me sirvió parte de la información.
ResponderEliminarGRACIAS.
7w7
a mi si me sirvió.Ademas voy en 4 de primaria jjajjaja...
ResponderEliminara mi si me sirvió.Ademas voy en 4 de primaria jjajjaja...
ResponderEliminarFelicitaciones, excelente información, muy buena recopilación de material...
ResponderEliminarAmi si me sirvió muchas gracias
ResponderEliminarlo,ko
ResponderEliminarLoco quien
EliminarTradición no sale 😮
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